Resumen del libro

MINDFULNESS
| ATENCION PLENA
POR JON
KABAT-ZINN
La atencion
plena (o mindfulness)
es una forma de meditacion que consiste en
prestar atencion al momento presente, de forma
deliberada y sin juzgar. El concepto de mindfulness ha
transcendido sus origenes espirituales y lo
practican cada vez mas personas. Se fomenta
activamente dentro de todo tipo de organizaciones,
desde empresas a centros educativos, y esta
recomendado en muchos sistemas de salud publica
como terapia para enfrentarse al estres, la
ansiedad, el dolor o la enfermedad.
Tendemos a no ser conscientes
de que estamos pensando practicamente todo el
tiempo. La incesante corriente de pensamientos que
fluye por nuestra mente nos deja muy pocos
descansos para experimentar el silencio interior.
Y dejamos muy poco espacio para simplemente ser,
sin tener que correr de aqui para alla haciendo
cosas constantemente.
Con demasiada frecuencia no
llevamos a cabo nuestras acciones de una manera
consciente, sino que nos dejamos arrastrar;
actuamos llevados por los impulsos y pensamientos
totalmente ordinarios que corren por nuestra mente
como un rio, cuando no como una cascada. Nos
quedamos atrapados en ese torrente, que acaba
inundando nuestras vidas y nos lleva a lugares a
los que quiza no deseabamos ir o a los que quiza
ni sabiamos que nos dirigiamos.
Meditar a traves de la atencion
plena nos permite aprender a salir de esta
corriente; significa sentarnos a su orilla,
escucharla, aprender de ella y, a continuacion,
utilizar su energia para que, en lugar de
dominarnos, nos sirva de guia. Este proceso no
ocurre por si solo como por arte de magia.
Requiere energia. A continuacion, veremos como
lograrlo.
¿QUE
ES LA ATENCION PLENA (MINDFULNESS)?
Estamos constantemente
preocupados por el pasado o por el futuro que esta
por llegar. Buscamos algun otro lugar en el que
estar, con la esperanza de que alli las cosas seran
mejores, mas alegres, mas como queremos que sean
o como solian ser. La mayor parte del tiempo solo
somos parcialmente conscientes de esta tension
interna, si es que lo somos. Podemos acabar
viviendo una realidad onirica, quedar atrapados
en una especie de fantasia mental creada por
nosotros mismos sin reconocer siquiera el amplio
abanico de experiencias que estan a nuestra
disposicion.
Por ejemplo, suponemos que las
ideas y opiniones que tenemos en un momento
determinado son la
verdad acerca de lo que hay ahi
fuera, en el mundo, y aqui
dentro, en nuestras mentes. Sin embargo, la
mayoria de las veces no es asi. Pagamos un
precio muy alto por esta suposicion erronea, por
el hecho de no tener en cuenta la riqueza de
nuestros momentos presentes.
Si no somos cuidadosos, todos
estos momentos nublados pueden prolongarse, llegar
a ser la mayor parte de nuestras vidas y dejarnos
con una sensacion de estancamiento y desconexion.
Con el tiempo, puede que acabemos perdiendo la
confianza en nuestra capacidad de redirigir
nuestras energias de un modo que conduzca a una
mayor satisfaccion y felicidad, quiza tambien a
una mayor salud y bienestar.
Desde la perspectiva budista,
se considera que el estado de conciencia que
tenemos durante las horas de vigilia es
extremadamente limitado y limitador, en muchos
aspectos mas parecido a un prolongado sueño que
a un autentico estado despierto. Una forma de
entender esto es mirar a otras personas y
preguntarnos si las estamos viendo realmente o si
simplemente estamos viendo los
pensamientos que tenemos acerca de ellas. A
veces nuestros pensamientos actuan como unas
gafas que nos muestran un mundo irreal, ilusorio,
como si de un sueno se tratara. Cuando las
llevamos puestas, vemos hijos irreales, un marido
irreal, una esposa irreal, un trabajo irreal,
socios irreales, amigos irreales. Sin saberlo, lo
estamos coloreando todo, lo estamos manipulando.
El mindfulness nos
ayuda a despertar de este sueno caracterizado por
el funcionamiento automatico y la inconsciencia.
El mindfulness se
asemeja a encender una luz en medio de la
oscuridad de nuestras reacciones automaticas.
La atencion plena es una
antigua practica de meditacion budista. Sin
embargo, no tiene nada que ver con el budismo per
se ni con hacerse budista, sino con el
hecho de examinar quienes somos y con cuestionar
nuestra vision del mundo y el lugar que ocupamos
en el, asi como con el hecho de cultivar la
capacidad de apreciar la plenitud de cada momento
que estamos vivos.
En la practica, el mindfulness es
una forma de meditar muy sencilla. Consiste en
prestar atencion consciente de una manera
determinada: de forma deliberada, en el momento
presente y sin juzgar. Consiste en parar y estar
presentes, eso es todo. ¿Es usted capaz de hacer
una parada en su vida, aunque sea siquiera un
instante? ¿Podria ser ahora? Limitese a
observar este momento, sin intentar cambiarlo lo mas
minimo y ya estara practicando el mindfulness.
¿Que esta ocurriendo? ¿Que siente? ¿Que
pensamientos pasan por su mente? ¿Que ve? ¿Que
oye?
Lo mas curioso de detenernos
de esta forma es que, en cuanto lo hacemos, alli
estamos. Las cosas se simplifican. En cierto modo,
es como si muriesemos y el mundo siguiera su
curso y nuestras responsabilidades y obligaciones
desaparecieran. La atencion plena nos despierta
para que podamos darnos cuenta de que nuestras
vidas solo se despliegan en el momento presente.
Si durante la mayoria de esos momentos no estamos
plenamente presentes, es posible no solo que nos
perdamos aquello que es mas valioso en nuestra
vida, sino tambien que no nos percatemos de la
riqueza y la profundidad de nuestras posibilidades
de crecimiento y transformacion. Es justo lo
opuesto a dar la vida por sentada. El mindfulness nos
permite ser conscientes de nuestros
comportamientos automaticos y tener mas
posibilidades de tomar decisiones que alienten el
equilibro y el bienestar.
Cuando hablamos de meditacion
es importante que sepamos que no se trata de una
actividad criptica y misteriosa. Meditar no
significa convertirse en una especie de zombi,
narcisista, egocentrico, holgazan o mistico.
Tampoco es una terapia magica para los problemas
a los que nos enfrentamos en nuestra vida o
algunos trastornos psicológicos. Ni mucho menos.
La meditacion consiste simplemente en ser
nosotros mismos y tener un cierto conocimiento de
quienes somos. Consiste en llegar a darnos cuenta
de que, nos guste o no, estamos en un camino, el
camino de nuestra vida.
Cuando podemos permanecer
centrados en nosotros mismos, aunque sea durante
breves periodos de tiempo, ante las exigencias del
mundo externo, sin tener que buscar en otro lugar
algo que nos llene o que nos haga felices, podemos
sentirnos comodos dondequiera que nos encontremos y
en paz con las cosas tal como son, momento a
momento.
DIFERENCIAS
ENTRE CONCENTRACION Y ATENCION PLENA
Hay dos formas de meditacion:
la concentrativa y la introspectiva. En la basada
en la concentracion, la
mente mantiene una atencion
consciente y estable en un soporte, ya
sea un concepto, un objeto, una imagen o un mantra.
En el mindfulness, por
el contrario, la atencion se centra en observar,
contemplar y examinar lo que sucede en nuestro
cuerpo (una percepcion sensorial, imagenes, sonidos, olores, gustos,
sensaciones…) y en nuestra
mente. Podriamos decir que en esta
forma de meditacion no adoptamos el papel de
“juez”, sino el de “cientifico”.
La concentracion puede
practicarse junto con el mindfulness o
de forma separada. De hecho, la concentracion es
uno de los elementos clave de esta practica. Sin
calma, el espejo de la atencion plena tendra una
superficie agitada e irregular, y no podra
reflejar las cosas con precision.
En sanscrito, la concentracion
recibe el nombre de samadhi,
que significa “concentracion en un solo
punto”. El samadhi se
desarrolla y se hace mas profundo llevando la
atencion consciente a la respiracion una y otra
vez, continuamente, siempre que esta vagabundea.
Cuando practicamos formas estrictamente
concentrativas de meditacion, nos abstenemos
deliberadamente de realizar cualquier esfuerzo
para investigar, como podria ser observar adonde
ha ido la mente cuando ha estado vagabundeando.
Nuestra energia se dirige exclusivamente a la
experiencia de esta inspiracion que entra y de
esta espiracion que sale, o a cualquier otro
objeto que utilicemos como soporte para la atencion.
Con la practica prolongada, la mente es capaz de
permanecer con la respiracion o de detectar
incluso el primer impulso de distraerse con otra
cosa, con lo cual, puede regresar rapidamente a
ella.
Con la practica intensiva de
la concentracion se desarrolla una calma que
tiene una cualidad extraordinariamente estable. Es
firme, profunda y dificil de alterar, ocurra lo
que ocurra. Cultivar el samadhi de
forma regular y durante sesiones largas es un gran
regalo que podemos darnos a nosotros mismos.
La estabilidad y la calma que
surgen con la practica de la concentracion en un
solo punto constituyen la base para el cultivo de
la atencion plena. Sin un cierto grado de samadhi,
nuestra concentracion en el momento presente no
sera muy firme. Solo podemos investigar algo con
profundidad si somos capaces de mirar de forma
estable, sin dejarnos confundir por la agitacion
y distracciones constantes de nuestra propia
mente. Cuanto mas profunda sea nuestra concentracion,
mas profundo sera nuestro
potencial para el mindfulness.
La experiencia del samadhi profundo
es muy placentera. Al prestar atencion a la
respiracion por medio de la concentracion en un
solo punto, todo lo demas se desvanece, incluidos
los pensamientos, las sensaciones, las emociones y
el mundo externo. El samadhi se
caracteriza por la absorcion en una calma y en
una paz inalterables. Saborear esta quietud puede
resultar muy atractivo, incluso embriagador. De
forma natural, uno acaba buscando la paz y la
simplicidad de este estado caracterizado por la
absorcion y el gozo.
Pero, por muy estable y
satisfactoria que resulte, la practica de la
concentración es incompleta si no se la dota de
mayor profundidad y se la complementa por medio
del mindfulness.
Por si sola, constituye una especie de retirada
del mundo. Es mas similar a un trance que a un
estado completamente despierto. Le falta la energia
de la curiosidad, de la exploracion, de la
investigacion, de la apertura, de la
disponibilidad y del compromiso, con toda la gama
de fenomenos que los seres humanos podemos
experimentar. Este es el ambito de la practica
de la atencion plena, en la que la concentracion
en un solo punto y la capacidad de llevar la calma
y la estabilidad de la mente al momento presente
estan al servicio de la observacion profunda y
de la comprension de la interconexion de toda la
gama de experiencias vitales.
La concentracion puede ser muy
valiosa, pero tambien puede constituir un gran
obstaculo si nos dejamos seducir por la cualidad
placentera de esta experiencia interna y la
consideramos un refugio que nos permite huir de la
vida y de un mundo que nos resulta desagradable e
insatisfactorio. Podriamos vernos tentados a
evitar el caos de la vida cotidiana para
refugiamos en la calma de la quietud y la paz.
Obviamente, esto no seria sino apego a la calma
y, como todo apego intenso, conduce al engaño.
Impide el desarrollo e interrumpe el cultivo de la
sabiduria.
La mente tiene el habito de
huir del momento presente. Cuando nos fijamos en
lo que esta tramando nuestra mente suele ocurrir
que rapidamente volvemos a caer en la
inconsciencia, volvemos a funcionar con el modo de
piloto automatico y nos desconectamos de lo que
estamos haciendo. Estos lapsus de conciencia los
suele provocar el torbellino de insatisfaccion
que surge con relacion a algo que estamos viendo
o sintiendo en un momento determinado y que no nos
gusta; a partir de ese torbellino emerge el deseo
de que algo sea distinto, de que las cosas
cambien. Para cultivar la atencion plena quiza
tenga que recordarse una y otra vez que quiere
estar despierto y consciente.
Por todo lo anterior resulta
muy util tener un soporte en el que centrarse, un
ancla que nos mantenga amarrados en el momento
presente y que nos ayude a regresar cuando la
mente empiece a vagabundear. Hemos visto que la
respiracion es un soporte excelente, porque es la
corriente que conecta cuerpo y mente.
Simplemente conecte con la
sensacion de respirar. Sienta el aire entrar en
su cuerpo y luego salir del cuerpo. Eso es todo.
Esto no significa respirar profundamente o
forzarse, ni tampoco intentar sentir algo especial
o preguntarse si se esta haciendo bien.
Simplemente regrese una y otra vez a la respiracion
cuando la mente vagabundee, hilando momentos de
atencion plena. Podemos aprender a utilizar la
meditacion basada en la concentracion para
ayudarnos a volver al momento presente.
A medida que nos vamos haciendo
con el proceso, lo primero que vemos es que la
inconsciencia esta por todas partes. Un sinfin
de cosas interfiere, nos arrastra, nos impide
concentrarnos. Vemos que con los anos la mente se
ha ido abarrotando, como un desvan, de bolsas
viejas y de trastos. El mero hecho de saber esto
ya es un gran paso en la direccion correcta.
Una forma de practicar es
dirigir la respiración interiormente, inspirando
y espirando desde las distintas zonas del cuerpo,
como si al inspirar pudiesemos dirigir el aire a
los dedos de los pies, o a la rodilla, o a la
oreja, y al espirar pudiesemos expulsar el aire
desde esos lugares. Cuando se sienta preparado, en
una espiracion suelte esa zona, invitandola a
disolverse imaginariamente mientras los musculos
se sueltan y se dejan caer en la quietud y en una
conciencia abierta, antes de proseguir para
conectar con la siguiente zona del cuerpo, en la
siguiente inspiracion. En la medida de lo
posible, permita que el aire entre en los pulmones
por la nariz.
Tambien puede concentrarse en
determinadas zonas del cuerpo segun le apetezca,
o a medida que vayan adquiriendo relevancia en el
campo de su conciencia, quiza a causa del dolor o
de un problema en una zona determinada. Entrar en
ellas con apertura y aceptacion puede ser
profundamente curativo, especialmente si practica
con regularidad. La sensacion que produce es la
de nutrir las celulas y los tejidos, y tambien
la psique y el espiritu.
Por ultimo, puede utilizar el
abdomen, que es particularmente tranquilizador y se
diferencia claramente de la respiracion
superficial, rapida o esporadica de los momentos
de ansiedad, estres o irritacion. Para saber si
respira desde el vientre, apoye la mano y sienta si
se expande al inspirar y se contrae al espirar.
Meditar con atencion plena
significa cultivar una actitud libre de juicios
hacia lo que emerge en la mente, sea lo que sea.
Sin esa actitud, no estamos meditando. Eso no
significa que no vayan a seguir emergiendo
juicios. Por supuesto que emergeran, porque, por
naturaleza, la mente compara, juzga y evalua.
Cuando esto ocurre no intentamos detenerlo ni
ignorarlo mas de lo que intentariamos detener
cualquier otro pensamiento que nos pueda pasar por
la cabeza.
El enfoque que adoptamos en el mindfulness consiste
simplemente en ser testigos de cualquier cosa que
emerja en la mente o en el cuerpo y observarlo sin
condenarlo ni fomentarlo, teniendo presente que
nuestros juicios son pensamientos inevitables y
restrictivos acerca de la experiencia. Lo que nos
interesa es el contacto con la experiencia en sí,
tanto si se trata de una inspiracion, una espiracion, una
sensacion, un sentimiento, un
impulso, un pensamiento o un juicio, sea
cualquiera de ellos positivo o negativo, nos cause
dolor o nos haga sentir bien. Observar, nada mas.
El maestro tibetano Chögyam Trungpa, que decia
que el mindfulness es
una especie de cirugia cerebral sin anestesia,
describia metaforicamente este proceso como
estar obligado a escuchar, sin responder, insulto
tras insulto.
Nuestros pensamientos tinen y
determinan toda nuestra experiencia, pero tienden
a ser muy poco precisos. Por lo general, no son mas
que opiniones personales no fundamentadas,
reacciones y prejuicios basados en un conocimiento
limitado, e influidos principalmente por nuestros
condicionamientos pasados. Cuando no los
reconocemos como tales y no les damos nombre,
nuestros pensamientos pueden impedirnos ver con
claridad en el momento presente. Nos quedamos
atrapados en pensar que sabemos que estamos
viendo y sintiendo, en proyectar nuestros juicios
en todo lo que vemos a la mas mínima. El mero
hecho de familiarizarnos con este patron tan
profundamente arraigado y observarlo mientas
ocurre puede conducir a desarrollar receptividad y
aceptacion mayores y libres de juicios. En el mindfulness,
los pensamientos y las emociones se observan como
eventos, no como hechos. Van y vienen. Y se
observan con “mente de principiante”, como si
contemplaramos las cosas por primera vez.
Es importante cultivar la
confianza, ya que si no confiamos en nuestra
capacidad de observar, de estar abiertos y
atentos, de reflexionar sobre la experiencia, de
crecer, de aprender gracias a la observacion y la
atencion y de llegar a conocer las cosas con
profundidad, dificilmente perseveraremos en el
cultivo de cualquiera de estas habilidades y, por
consiguiente, se atrofiaran o permaneceran
latentes.
Me gusta pensar en la meditacion
como un camino o modo de vida mas que como una tecnica.
Es una manera de estar, una forma de escuchar y de
encontrarse en armonia con las cosas tal como son.
Esto significa en parte reconocer que a veces, por
lo general en los momentos criticos, realmente no
tenemos ni idea de a donde nos dirigimos, o ni
siquiera donde se encuentra el camino. Al mismo
tiempo, es muy posible que sepamos algo acerca de donde
nos encontramos ahora (aunque eso, a veces, consista
en saber que estamos perdidos, confundidos,
enfurecidos o faltos de esperanza). La observacion
que trae consigo el mindfulness nos
permite actuar con mucha más claridad en nuestra
vida, porque nos permite ver esos caminos en los que
podriamos quedarnos atascados o aquellos en los que
lo hicimos en el pasado.
Si bien es posible que la practica
que estamos describiendo sea simple, eso no
significa necesariamente que sea facil. El mindfulness requiere
esfuerzo, entrenamiento y disciplina, por el
simple motivo de que las fuerzas que actuan en
contra de nuestra capacidad de prestar atencion
plena —es decir, nuestra inconsciencia y nuestro
comportamiento automatico habituales— son
extremadamente tenaces. Son tan intensas y estan
tan fuera del ambito de nuestra consciencia que
es necesario que tengamos un compromiso interno y
que hagamos un cierto tipo de trabajo para poder
seguir adelante con nuestros intentos de captar
los momentos de forma consciente. Pero se trata de
un trabajo intrinsecamente satisfactorio, porque
nos pone en contacto con muchos aspectos de
nuestra vida que habitualmente pasamos por alto o
nos perdemos.
La gente quiere meditar para
relajarse, para experimentar estados especiales,
para llegar a ser mejores personas, para reducir
el estres o el dolor, para dejar atras viejos habitos,
para encontrar consuelo, para llegar a ser libres
o para iluminarse. Todas estas son razones validas
para empezar a practicar la meditacion; pero si
esperamos que esas cosas ocurran por el simple
hecho de que estamos meditando constituiran tambien
un escollo. Nos quedaremos atrapados en querer
tener una experiencia
especial o buscando indicios de que
estamos realizando progresos, y si no sentimos
algo especial en breve, puede que empecemos a
dudar del camino que hemos elegido o a
preguntarnos si lo estamos haciendo
bien.
En la mayoria de los ambitos
del aprendizaje, esto es perfectamente razonable.
Evidentemente, antes o despues, tenemos que poder
ver que estamos haciendo algun progreso para
perseverar en algo. Pero la meditacion es
diferente. Desde la perspectiva de la meditacion,
todo estado es un estado especial, todo momento es
un momento especial. El espiritu del mindfulness consiste
en practicar por el mero hecho de practicar; en
recibir cada momento como viene —ya sea
agradable o desagradable, bueno o malo, bonito o
feo— y trabajar con eso porque es lo que esta
presente ahora.
Cuando dejamos de querer que
ocurra alguna otra cosa en este instante, estamos
dando un paso muy profundo hacia ser capaces de ir
al encuentro de lo que hay aqui y ahora. Si
tenemos la esperanza de llegar a algun lugar
concreto o de desarrollarnos de un modo
determinado, solo podremos dar ese paso desde el
lugar donde nos encontramos. Si no sabemos
realmente donde nos encontramos, es posible que
solo estemos caminando en circulos, a pesar de
todos nuestros esfuerzos y expectativas. Asi
pues, en la practica meditativa, la mejor manera
de llegar a algun lugar es dejar de intentar
llegar a algun lugar.
Un punto de vista que esta muy
extendido es que el mindfulness es
una forma de reducir la tension emocional, de
desconectar de las presiones del mundo o de nuestra
propia mente, pero esto no es exacto. El mindfulness no
excluye ni desconecta nada. Consiste en ver las
cosas con claridad y en situarnos deliberadamente de
forma distinta con relacion a ellas.
Cada vez que nos detenemos y
nos sentamos a meditar, estamos cultivando la
cualidad de la paciencia. Y esta invitacion que
nos hacemos a nosotros mismos para estar mas
abiertos, estar mas en contacto y tener mas
paciencia con relacion a nuestros momentos se
expande de forma natural a otros momentos de
nuestra vida.
Considero que la paciencia es
una de las actitudes eticas fundamentales. Si
cultivamos la paciencia, practicamente no
podremos evitar cultivar la atencion plena, y
nuestra meditacion se ira haciendo cada vez mas
rica y madura. Despues de todo, si en este
momento realmente no estamos intentando llegar a
ningun otro lugar, la paciencia surge por si
sola. Constituye un recordatorio de que las cosas
se despliegan a su propio ritmo. No podemos meter
prisa a las estaciones. La primavera llega, y la
hierba crece por si sola. Tener prisa no suele
ayudar, y puede generar muchisimo sufrimiento, a
veces a nosotros mismos y a veces a las personas
que tienen que estar cerca de nosotros.
La paciencia es una alternativa
siempre presente ante la agitacion y la
impaciencia endemicas de la mente. Si rascamos un
poco en la superficie de la impaciencia, lo que
encontraremos debajo, ya sea sutil o no tan
sutilmente, es enfado, la intensa energia de no
querer que las cosas sean como son y de culpar a
alguien, a nosotros mismos o a algo de ello. Esto
no significa que no podamos ir deprisa cuando
tengamos que hacerlo. Podemos incluso ir deprisa
con paciencia, con atención plena y moviendonos rapidamente, porque hemos elegido hacerlo.
La exploracion basada en la
atencion plena puede contrarrestar la falta de
autoestima, por el simple motivo de que la baja
autoestima es, en definitiva, un error de calculo,
una percepcion erronea de la realidad. Nuestros
problemas de autoestima proceden en gran parte de
nuestro pensamiento, que esta tenido por las
experiencias del pasado. Solo vemos nuestros
defectos, y les damos una importancia
desproporcionada. Establecemos con demasiada
frecuencia un monologo interno donde la charla
con nosotros mismos es negativa.
Al mismo tiempo, damos por
sentadas todas nuestras buenas cualidades o no
llegamos siquiera a reconocerlas. Tambien ocurre
que nos quedamos atascados en las con frecuencia
profundas y todavia abiertas heridas de la
infancia y nos olvidamos o nunca descubrimos que
tambien tenemos cualidades increiblemente
valiosas. Las heridas son importantes, pero tambien
lo son nuestra bondad interior, nuestro carino,
nuestra amabilidad hacia los demas, la sabiduria
de nuestro cuerpo y nuestra capacidad para pensar,
para saber que es que. Y sabemos muy bien que
es que, mucho mas de lo que nos permitimos. Sin
embargo, en lugar de ver las cosas de una manera
equilibrada, solemos persistir en el habito de
proyectar en los demas que ellos estan
bien y nosotros no.
Corremos el riesgo de no
experimentar nunca de forma directa nuestra
singularidad, por lo menos mientras permanezcamos
en la sombra que proyectan nuestros habitos de
pensamiento y nuestros condicionamientos.
El mindfulness puede
ayudarnos a comprender la diferencia entre
pensamientos y emociones, y proporcionarnos pistas
que conduzcan a un mayor bienestar y autoestima.
Si alguien dice “Siento que
mi vida esta fuera de control”, no esta
expresando realmente un sentimiento, sino un
pensamiento o un juicio. Es bastante probable que
la vida de esta persona este mas controlada de
lo que se quiere hacer creer. En realidad, lo que
hay detras de esa expresion es un sentimiento de
ansiedad o confusión. Y las emociones no
determinan quienes somos, sino que son otro
estado mental pasajero.
“Me siento estupido”,
“Siento que
no valgo nada” o “Me siento indefenso”
son meros pensamientos que esconden emociones de
vergüenza, tristeza o miedo, respectivamente. Esta
confusion entre pensamientos y emociones se deriva,
con frecuencia, del intento inconsciente de
protegernos de las emociones ocultandolas detras
de un pensamiento. La gran ventaja de advertir su
diferencia es que nos permite poner en duda la
verosimilitud del pensamiento que nos secuestra, tine
el modo en que vemos el mundo y nos sumerge en el
estrés, la ansiedad y, muy probablemente tambien,
la depresion.
NO
CONFUNDIR ATENCION PLENA CON PENSAMIENTO POSITIVO
La meditacion no implica
intentar cambiar nuestros pensamientos pensando un
poco mas. Implica observar los pensamientos en si.
El hecho de observar equivale a sostener, a
contener. Al observar nuestros pensamientos sin
involucrarnos en ellos, podemos aprender algo
profundamente liberador acerca de ellos, lo cual
puede ayudarnos a ser menos esclavos de esos
patrones de pensamiento —con frecuencia muy
intensos en nosotros— que son limitadores,
inexactos, egocentricos y habituales hasta el
punto de resultar ser una carcel y claramente erroneos.
Otra forma de ver el mindfulness es
considerar el proceso de pensar en si como una
cascada, como una corriente de pensamientos que
cae continuamente. Al cultivar la atencion plena,
nos situamos mas alla o detras de nuestros
pensamientos, de forma muy similar a cuando
encontramos una cueva o un entrante en la roca
detras de una cascada desde donde podemos mirar.
Seguimos viendo y escuchando el agua, pero estamos
fuera del torrente.
Al practicar de este modo,
nuestros patrones de pensamiento cambian por si
mismos de un modo que favorece la integracion, la
comprension y la compasion en nuestra vida, pero
no porque estemos intentando cambiarlos
sustituyendo un pensamiento por otro que creemos
que es mas puro. El cambio se debe, mas bien, a
la comprension de la naturaleza de nuestros
pensamientos en cuanto que pensamientos y de
nuestra forma de relacionarnos con ellos, con lo
cual pueden estar mas a nuestro servicio y no a
la inversa.
Tomar la decision de pensar de
forma positiva puede ser util, pero no es meditacion. Solo son
mas pensamientos. Con mucha
facilidad, podemos acabar convirtiendonos en
prisioneros del denominado pensamiento positivo
tanto como del pensamiento negativo. El
pensamiento positivo tambien puede estar
fragmentado y ser limitador, inexacto, ilusorio,
egocentrico y erroneo. Hace falta algo mas para
suscitar la transformacion en nuestra vida y
llevarnos mas alla de los limites del
pensamiento.
LA
ATENCION PLENA Y EL KARMA
He escuchado decir a maestros Zen que la
practica diaria de la meditacion
puede transformar el karma negativo en karma
positivo. Siempre habia considerado esto una
especie de discursito propagandistico y
moralizador bien curioso. Me llevó anos llegar a
comprenderlo. Supongo que es mi karma.
Karma significa que esto ocurre
porque eso ocurrio. Todo efecto tiene una causa
antecedente, y toda causa un efecto. En terminos
generales, cuando hablamos del karma de una
persona, nos referimos a la suma total de la
direccion que sigue esa persona en la vida. El
karma suele confundirse, erroneamente, con la nocion de destino fijo. Sin embargo, es
mas
similar a una acumulacion de tendencias que
pueden llevamos a quedarnos atrapados en unas
pautas de conducta determinadas, que en si mismas
tienen como resultado una mayor acumulacion de
tendencias de naturaleza similar. Asi pues, es facil
que acabemos siendo prisioneros de nuestro karma y
pensemos que la causa siempre se encuentra en otro
lado, nunca en nosotros mismos. Pero no tenemos
por que ser prisioneros de nuestro viejo karma.
Siempre es posible cambiar o generar nuevo karma.
Pero solo hay un momento en que eso es posible.
Adivine cual.
El mindfulness transforma
el karma del siguiente modo. Cuando estamos
sentados meditando, no permitimos que nuestros
impulsos se traduzcan en accion. En ese momento,
por lo menos, simplemente los observamos. Como decia
Viktor Frankl: “Entre el estímulo y la
respuesta hay un espacio. En ese espacio descansa
nuestra capacidad de elegir la respuesta. Y, en
esa respuesta, se asientan nuestra libertad y
nuestro crecimiento”.
Al observarlos, rapidamente
vemos que todos los impulsos que hay en la mente
surgen y desaparecen, que tienen vida propia, que
no son nosotros, sino simples pensamientos, y que
no tenemos por que dejarnos dominar por ellos. Al
no alimentar los impulsos ni reaccionar a ellos,
llegamos a comprender de forma directa cual es su
naturaleza en cuanto que pensamientos. Este
proceso quema los impulsos destructivos en los
fuegos de la concentracion, de la ecuanimidad y
de la no accion. Al mismo tiempo, los impulsos
creativos dejan de verse tan desplazados por los mas
destructivos y turbulentos. Se van alimentando
mientras los percibimos y los sostenemos en la
conciencia. De este modo, la atencion plena puede
cambiar los eslabones de la cadena de acciones y
consecuencias y, al hacerlo, nos libera y nos
brinda la posibilidad de recorrer nuevos caminos y
direcciones a traves de los momentos que llamamos
vida. Sin atencion plena, el momento presente
nunca constituye un nuevo comienzo, porque
nosotros se lo impedimos.
Trabajo en prisiones, y he
podido ver los resultados del karma negativo muy
de cerca, aunque apenas hay diferencia con lo que
ocurre fuera de los muros de la carcel. La
historia de cada preso constituye una muestra de
que una cosa lleva a la otra. Su situacion se
debe a una larga cadena de acontecimientos que se
origina en los padres y en la familia, en la
cultura callejera, en la pobreza y en la
violencia; en el hecho de confiar en personas en
las que no deberian, de tratar de conseguir
dinero facil, de aliviar el dolor y embotar los
sentidos con alcohol y sustancias quimicas que
enturbian la mente y el cuerpo.
Siempre acabamos atrapados en
el karma de lo que hemos hecho. Construimos
nuestras propias carceles todos los dias. En
cierto sentido, mis amigos de la carcel eligieron
su camino, tanto si lo sabian como si no. Y, en
cierto sentido, no tuvieron eleccion. Nunca
supieron que las elecciones estaban alli. De
nuevo, nos encontramos ante lo que en el budismo
se denomina inconsciencia o ignorancia. Se trata
del hecho de ignorar que los impulsos no
examinados, especialmente los que estan tenidos
de avaricia y odio, por muy justificados,
racionalizados o legales que sean, pueden
distorsionar nuestra mente y determinar nuestra
vida. Tales estados mentales nos afectan a todos,
en ocasiones de forma importante y dramatica, y mas
comunmente de maneras mas sutiles. Todos podemos
acabar siendo prisioneros del deseo incesante, de
una mente ofuscada por ideas y opiniones a las que
se aferra como si fueran verdades.
Cuando detenemos nuestra
actividad externa durante un tiempo y practicamos
el hecho de permanecer quietos y en calma, aqui
mismo y en este momento, con la decision de
sentarnos a meditar, ya estamos interrumpiendo el
flujo del viejo karma y creando un karma
completamente nuevo y mas sano. Aqui es donde se
encuentra el origen del cambio, el punto de
inflexion de toda una vida. Si no tenemos atencion
plena o ecuanimidad o compasion ahora, que es el unico momento del que disponemos para estar en
contacto con ellas y cultivarlas en nosotros
mismos, ¿que probabilidades hay de que
aparezcan, por arte de magia, mas tarde, en
situaciones de estres o en que nos sintamos
coaccionados?
EL
MINDFULNESS EN LA PRACTICA
¿Cuanto
tiempo es preciso meditar? Intente
dedicar un tiempo todos los dias a simplemente
ser. Cinco minutos estaria bien, o diez, o
veinte, o treinta si se atreve. Sientese y
observe como se van desplegando los instantes, sin
ningun otro proposito que el de estar plenamente
presente.
La meditacion tiene que ver
poco con el tiempo del reloj. Cinco minutos de practica
formal pueden ser tan profundos o mas que
cuarenta y cinco. La sinceridad del esfuerzo es
mucho mas importante que el tiempo transcurrido,
pues en realidad estamos hablando de salir de los
minutos y horas para entrar en momentos, que en
definitiva carecen de dimensiones y, por lo tanto,
son infinitos. Asi pues, si tenemos una cierta
motivacion para practicar, aunque sea un poco,
eso es lo importante.
Meditar
sentado. Es importante senalar que
no existe ninguna postura ideal o recomendada para
meditar. Pero meditar estando sentado es bastante
habitual, asi que vamos a proporcionar algunas
recomendaciones. Una vez estamos sentados, hay
muchas maneras de relacionarse con el momento
presente. Todas ellas implican prestar atencion
de forma deliberada y sin juzgar. Lo que varia es
a que prestamos atencion y como.
Lo mejor es optar por lo
sencillo y empezar percibiendo el aire entrar y
salir. A la larga, podemos ampliar la conciencia
para observar todas las idas y venidas y todos los
virajes y maquinaciones de nuestros pensamientos y
sentimientos, de nuestras percepciones y nuestros
impulsos, de nuestro cuerpo y nuestra mente. No
obstante, puede que transcurra un cierto tiempo
hasta que la concentracion y la atencion plena
lleguen a ser lo suficientemente estables como
para sostener una variedad tan amplia de objetos
en la conciencia sin perderse en ellos o apegarse
a algunos de ellos, o sin verse abrumada. Para la
mayoria de nosotros, esto requerira anos, y
dependera en gran medida de nuestra motivacion y
la intensidad de nuestra practica. Asi pues, al
comienzo, lo mas recomendable es simplemente
permanecer con la respiracion o utilizarla como
un ancla que nos ayude regresar cuando nos dejemos
arrastrar. Intentelo unos anos y observe que
ocurre.
La postura encarna el hecho de
adoptar una posicion, ya no solo fisicamente
sino tambien internamente, en el sentido de
“adoptar una actitud”. Cuando nos sentamos a
meditar, la postura nos habla. Si nos hundimos,
refleja que la energia es baja, que estamos
pasivos y que hay una ausencia de claridad. Si
estamos sentados tiesos como un palo, significa
que estamos tensos, que estamos poniendo demasiado
esfuerzo. Cuando en los cursos, talleres y retiros
de meditacion que doy (basados en el método MBSR),
utilizo la palabra dignidad, todos los presentes
modifican su postura para sentarse mas erguidos.
Pero no se ponen rigidos. Las caras se relajan,
los hombros caen, la cabeza, el cuello y la
espalda se alinean facilmente. La columna surge
de la pelvis con energia. A veces la gente tiende
a sentarse mas adelante, a separarse del respaldo
de la silla, de manera mas autonoma. De forma
instantanea, todo el mundo parece conocer esa
sensacion interna de dignidad y sabe como
encarnarla.
En la practica meditativa, lo
mejor es reconocer y respetar la propia
experiencia directa y no preocupamos demasiado
sobre si esto es lo que tendriamos que estar
haciendo, sintiendo, viendo o pensando, o si es lo
correcto según una autoridad externa, un guru o
un libro de texto. ¿Por que no confiar en
nuestra experiencia en este momento del mismo modo
que confiamos en que nuestro pie encontrara una
forma de mantenemos en equilibrio mientras nos
desplazamos sobre las rocas?
Meditar
andando. No hay una forma correcta
de meditar. En entornos monasticos tradicionales,
las sesiones de meditación sentada se intercalan
con sesiones andando. Son la misma practica.
Andar es tan bueno como sentarse. Lo importante es
como esta nuestra mente.
En la meditacion andando
formal, prestamos atencion al hecho de andar en si.
Podemos centrarnos en la pisada en general; o bien
en segmentos aislados del movimiento, como cambiar
el peso, mover el pie, colocarlo, o bien en todo
el cuerpo que se mueve. Tambien podemos asociar
la conciencia de andar con la conciencia de
respirar.
Cuando practicamos la meditación
andando, no andamos para llegar a ningún lugar.
Simplemente solemos ir y venir por un trecho de
camino, o dar vueltas en círculo. El hecho de no
tener que ir a ningun lugar, hace que,
literalmente, nos resulte mas facil estar donde
estamos. ¿Que sentido tiene intentar estar en algun otro lugar del recorrido cuando en realidad
todo es lo mismo? El desafio es este: ¿podemos
estar plenamente presentes en este paso concreto?
Podemos practicar la meditacion
andando a cualquier ritmo y, al igual que en la
meditacion sentada, emergeran cosas que desviaran
nuestra atencion de la experiencia desnuda de
andar. Trabajamos con esos pensamientos,
percepciones, sentimientos, impulsos, recuerdos y
expectativas que surgen durante la meditacion del
mismo modo que lo hacemos durante la meditacion
sentada. Al fin y al cabo, andar es quietud en
movimiento, atencion plena que fluye.
Tambien podemos practicar la
meditacion mientras andamos de manera informal en
cualquier parte, moviendonos con normalidad. La practica informal consiste en recordar que
estamos presentes en nuestro cuerpo. Simplemente
es un recordatorio para estar presentes en este
instante, dando cada paso como surge, aceptando
cada momento como llega.
Hacerse
preguntas. Contemplar la pregunta
“¿Cual es mi camino?” es un elemento
excelente que inyectar en nuestra practica
meditativa. No tenemos que dar con una respuesta,
ni pensar que tiene que haber una respuesta
concreta. Es mejor no pensar en absoluto. En lugar
de pensar, es mejor persistir en plantear la
pregunta, permitiendo que cualquier respuesta que
emerja surja por si misma y se desvanezca por si
misma. Al igual que con todo lo demas en la practica
meditativa, nos limitamos a observar, a escuchar,
a notar, a permitir que las cosas sean, a soltar y
a seguir planteando las preguntas: “¿Qué es lo
que quiero realmente?”, “¿Cual es mi
camino?”, “¿En que direccion debo ir?”,
“¿Quien soy?”.
La intencion es permanecer
abiertos al hecho de no
saber; quiza podamos permitirnos llegar
hasta el punto de admitir “No lo se” y
podamos experimentar con relajarnos un poco en
este no
saber en lugar de reprendernos por ello.
Al fin y al cabo, en este momento, “No lo se”
quiza sea una afirmacion que refleja con gran
exactitud como son las cosas en nuestra vida.
El mero hecho de explorar a
traves de este tipo de preguntas nos permite
abrirnos, conduce a nuevas comprensiones, visiones
y acciones. La exploracion adquiere vida propia
al cabo de un tiempo. Impregna todo nuestro ser e
infunde vitalidad, dinamismo y gracia a todo
aquello que era monotono, insulso y rutinario. En
lugar de hacer las preguntas, las preguntas acabaran
“haciendonos a nosotros”. Esta es una buena
manera de encontrar el camino que mas anhelamos
recorrer.
Si empezamos a reflexionar
sobre tales preguntas a los 20 años, es posible
que al llegar a los 35, los 40, los 50 o los 60 la
investigacion misma nos haya conducido a lugares
a los que no habriamos ido si simplemente hubiesemos
seguido las convenciones dominantes, las
expectativas de otras personas o nuestras
creencias autolimitantes. Evidentemente, el lugar
por donde empezar es precisamente aqui. ¿Y el
mejor momento? ¿Que tal ahora?
Investigar significa hacer
preguntas, una y otra vez. Tenemos el coraje de
mirar algo, sea lo que sea, y preguntarnos: “¿Que
es esto?”, “¿Que esta ocurriendo?”. Esto
implica mirar con profundidad durante un largo periodo,
haciendonos preguntas y mas preguntas: “¿Que
es esto?”, “¿Que es lo que anda mal?”, “¿Cual
es el origen del problema?”, “¿Cual es la
prueba de ello?”, “¿Cuales son las
conexiones?”, “¿Cual podría ser una buena
solucion?”. Preguntas, preguntas y mas
preguntas, continuamente.
Investigar no consiste en
pensar en respuestas, aunque el hecho de
plantearnos preguntas dara lugar a muchos
pensamientos que pareceran respuestas. En
realidad implica escuchar los pensamientos que
evocan nuestras preguntas, como si estuviesemos
sentados junto al rio por el que corren nuestros
pensamientos, escuchando el fluir del agua sobre y
en torno a las rocas.
¿Elegir
el momento o en todo momento? Aunque
resulte tentador, no podemos limitarnos a pensar
que comprendemos como permanecer con atencion
plena y esperar a utilizarla solo en los momentos
de gran dificultad. Estos momentos tienen tanta
intensidad que nos abrumaran al instante, llevandose
por delante todas nuestras ideas romanticas
acerca de la ecuanimidad. La practica meditativa
es el trabajo lento y disciplinado de cavar
zanjas, de trabajar en los vinedos, de vaciar una
laguna a cubos. Es un trabajo de instantes y el
trabajo de toda una vida, todo en uno.
Al ver de esta forma la atencion
plena nos recordamos a nosotros mismos que las
cosas estan siempre cambiando, que las cosas
buenas y malas vienen y van, y que es posible
encarnar una perspectiva de constancia, sabiduria
y paz interior ante cualquier condicion
que se presente.
EL
PROCESO DE CONSTRUCCION DEL YO
La practica del mindfulness y
lo que tratamos de conseguir con ella no se
comprenderia del todo sin un concepto algo
abstracto, pero esencial: el proceso de construccion
del yo. Yo, mi y mio son
productos de nuestro pensamiento. Tenemos la
inevitable e incorregible tendencia a construir un yo, un mi y
un mio a
partir de practicamente todo y de todas las
situaciones, y a funcionar en el mundo a partir de
esa perspectiva limitada que, en gran parte, no es
otra cosa que fantasia y defensa. Apenas
transcurre un instante sin que esto no suceda y
forma parte de nuestro mundo de tal manera que
pasa completamente inadvertido.
Si observamos este proceso de
construccion continua del yo con una atencion
prolongada y un espiritu de investigacion,
veremos que lo que llamamos yo es
en realidad una elaboracion de nuestra propia
mente, una elaboración que, ademas, no es
permanente. Si buscamos con profundidad un yo
estable e indivisible, un yo fundamental
subyacente a nuestra experiencia, lo más probable
es que no encontremos nada aparte de pensamientos.
Podríamos decir que somos nuestro nombre, pero
esto no es exactamente asi. Nuestro nombre no es mas que una etiqueta. Lo mismo ocurre con la
edad, con el sexo, con nuestras opiniones, con
nuestra infancia, etc. Nada de todo esto es
fundamentalmente lo que somos.
Si nos preguntamos: “¿Quien
es el yo que está preguntando quien soy?”,
llegamos a la conclusion de que no lo sabemos. El
yo aparece simplemente como una elaboracion que
es conocida por medio de sus atributos. Sin
embargo, ninguno de estos atributos, ya sea tomado
de forma individual o junto con los demas,
constituye realmente la totalidad de la persona.
Ademas, la elaboracion del yo tiene tendencia a
disolverse y a volverse a construir continuamente,
practicamente momento a momento. Tambien tiene
tendencia a sentirse menoscabada, pequena,
insegura e inestable, principalmente porque su
existencia carece de una base solida. Esto no
hace sino exacerbar la tirania y el sufrimiento
que van asociados a la inconsciencia de lo muy
atrapados que estamos en el yo,
mi y mio.
Ademas, existe el problema de
las fuerzas externas. El yo tiende a sentirse bien
cuando las circunstancias externas refuerzan su
creencia en su propia bondad y mal cuando se
tropieza con la critica, las dificultades y lo
que percibe como obstaculos y derrotas. Esto
puede explicar la baja autoestima que tienen
muchas personas. Como no estamos familiarizados
con este aspecto elaborado de nuestro proceso de
identidad, nos resulta facil perder el equilibrio
y sentirnos vulnerables y carentes de importancia
si no nos sentimos reforzados y apoyados en
nuestra necesidad de aprobacion o de sabernos
importantes. Es muy probable que tratemos de
conseguir una estabilidad interior por medio de
recompensas externas, de posesiones materiales y
de las personas que nos aman. De este modo
perpetuamos la elaboración del yo. Sin embargo, a
pesar de toda esta actividad que va generando un
yo continuamente, es muy posible que no logremos
tener una sensacion de estabilidad duradera en
nuestro ser ni una sensacion de calma en la
mente. Los budistas dirian que esto se debe a que
no existe un yo absoluto y separado, sino
simplemente el proceso de construccion continua
del yo. Si pudiesemos reconocer el proceso de
construcción del yo como un mero habito
arraigado y, ante esto, darnos el permiso de
tomarnos un dia libre, de dejar de tratar de ser
alguien por todos los medios para simplemente
experimentar el hecho de ser, probablemente seriamos
mucho mas felices y estariamos mucho mas
relajados.
Cuando hablamos de no tratar de
ser alguien por todos los medios y de experimentar
simplemente el hecho de ser, de forma directa, nos
referimos a que empezamos donde nos encontramos
ahora, y que aqui es donde trabajamos. La meditacion no consiste en tratar de convertirnos
en nadie, ni tampoco en un zombi contemplativo
incapaz de vivir en el mundo real ni de
enfrentarse a los problemas. Consiste en ver las
cosas tal cual son, sin las distorsiones de
nuestro proceso de pensamiento. Parte de esto
radica en percibir que todo está interconectado y
que, si bien nuestro sentido convencional de tener
un yo resulta util en muchos sentidos, no es real
o solido o permanente en terminos absolutos. Asi
pues, si dejamos de intentar convertirnos en mas
de lo que somos debido al miedo a ser menos de lo
que somos, quienquiera que seamos en realidad sera
mucho mas feliz y se sentira más ligero, y tambien
sera alguien con quien resultara mas facil
convivir.
Podriamos empezar tomandonos
las cosas de un modo menos personal. Cuando ocurra
algo en su vida, intente verlo de un modo menos
focalizado en el yo, aunque solo sea para
divertirse. Tal vez lo que ocurrio simplemente
ocurrio. Tal vez no iba dirigido a usted. En
tales momentos, observe su mente. ¿Esta cayendo
en el “yo esto
y yo aquello”?
La conciencia puede ayudar a
compensar el proceso de construccion del yo y a
reducir su impacto. Note tambien que ese yo no es
algo permanente. Todo aquello a lo que intentamos
agarrarnos con relacion al yo se nos escapa. No
lo podemos agarrar porque esta continuamente
cambiando, desintegrandose y volviendose a
construir, siempre de un modo ligeramente
diferente, dependiendo de las circunstancias del
momento. Esto convierte el sentido del yo en lo
que, en la teoria del caos, recibe el nombre de atractor
extraño, es decir, en un patron que encarna
orden pero que al mismo tiempo es
impredeciblemente desordenado. Nunca se repite a si
mismo. Siempre que lo miramos, es ligeramente
distinto.
Llegar a ver la naturaleza
escurridiza de ese yo que hasta ahora parecia
algo concreto, permanente e inmutable resulta
esperanzador. Significa que podemos dejar de
tomarnos a nosotros mismos tan tremendamente en
serio y liberarnos de la presion de que los
detalles de nuestra vida personal sean el centro
del universo. Al reconocer y soltar una y otra vez
el impulso de construir un yo, dejamos un poco mas
de espacio para que sucedan cosas.
«Si diriges hacia dentro tu
mirada descubriras mil regiones de tu mente todavia
inexploradas. Recorrelas y te convertiras en un
experto cosmografo de ti mismo» (William
Habington).
Fin del resumen ejecutivo
Biografia del autor
Jon
Kabat-Zinn es profesor emerito de
Medicina en la Universidad de Massachusetts, donde fundo
y dirigio la Clinica para reduccion del estres (Stress
Reduction Clinic) y el Centro para la atencion plena (Mindfulness) en
la medicina, el cuidado de salud, y la sociedad (Center
for Mindfulness in Medicine, Health Care, and Society).
En estas instituciones desarrollo el conocido programa de
ocho semanas Mindfulness
Based Stress Reduction – MBSR. Kabat-Zinn dirige
talleres de formacion en todo el mundo para medicos y
otros profesionales de la salud, y para personas
interesadas en estas materias a traves del MBSR.
Es
autor de numerosos libros y articulos, entre los que
destacan Wherever
You Go, There You Are: Mindfulness Meditation in Everyday
Life (Mindfulness en la vida cotidiana, Paidós,
2009), The
Mind’s Own Physician: A Scientific Dialogue with the
Dalai Lama on the Healing Power of Meditation (El
poder curativo de la meditacion, Kairós, 2013) y Full
catastrophe living (Vivir con plenitud las
crisis, Kairos, 2016).
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